Suelta lo que no necesitas, lo que te hace sentir mal o incómodo….los exesos de tu vida que te pesan y te bajan. Guarda lo que te insipra, lo que te ilumina, lo que te pone de buen humor, lo que te ayuda a cambiar de perspectiva. Sabras la diferencia por como te sientes. Te abristes para recibir y al hacerlo te tragastes un tanto de agua salada. A veces ocurre. No te aflijas. En vez de cerrarte, practica como experienciar el nadar, no el agua. Vez la diferencia? Con uno flotas, con el otro te ahogas. A medida que aprendes, trátate bien. No te preocupes por lo que tendrías que hacer o podrías haber hecho. Eso te ahogará mas aún. Avanza de donde estés con confianza y fé, y flota.
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