Lo imposible no existe, Querido. Solo existen las cosas que todavía no has visto ocurrír.

Hay una gran diferencia entre nunca y todavía no.

Trata de decir “todavía no” en vez de “nunca” y la perpectiva de tu mundo cambiará, lo que es posible cambiará.

“Nunca” cierra puertas, Querido.
“Todavía no” las abre.