No hay porque sentirse mal al rendirse. ¿Sabías que esta bien rendirse de vez en cuando? ¿Y que te puede hacer bien? Cuando no tienes nada que perder – cuando dejas de tratar y dejas de resistir lo que es – cuando llagas al punto de darte por vencido – cualquier cosa puede ocurrir, si lo permites. El rendirse no tiene porque ser devastador o indicar que uno es debil. Puede ser intencional, apasionante, hasta una muestra de fortaleza. No te reindas para esperar lo peor. Reindete para esperar lo mejor. Larga el control, el miedo, el remordimiento, la culpabilidad. Larga la negatividad. Date un descanso. Hoy trata de rendirte y espera lo inesperado.
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